Romero confesó que había “robado” una premisa narrativa de Richard Matheson, escritor estadounidense, para escribir la historia de su película insigne, Night of the Living Death (1968). El viejo George se refería a I Am Legend (1954), novela posdesastre mundial en la que Robert Neville, quizá el único sobreviviente de la humanidad, debe pasar sus días en extrema soledad y encierro lastimero, protegiéndose de seres metahumanos chupasangre cuyo origen es justo la hecatombe química que aniquiló casi toda vida orgánica conocida en la Tierra.
En I Am Legend abundan las metáforas religiosas, crísticas. Neville cercado por un desierto apocalíptico, victimizado por las pocas tentaciones que aún le quedan. Neville intentando redimir a una mujer, sinécdoque de la humanidad condenada, a través de una cura con la que ha estado experimentando, pero sin lograrlo. Neville, al final, parte de un sacrificio en la que su sangre debe ser literalmente bebida para que la nueva alianza, monstruosa y aberrante, domine lo que queda del mundo.
En Night of the Living Death la humanidad es castigada por sus pecados cientificistas desmedidos. Un reducto de personas no infectadas se recluye en una cabaña para, también, defenderse de los otros, los zombis, y posteriormente de sus iguales, que son incluso más autómatas e insaciables que los muertos vivientes.
Que tal Enrique, hace mucho que quiero comunicarme contigo y encontré este blog. Soy Israel amigo de Miguel Angel. Leí tu libro, 96 Bucareli y me gustaría que me pudieras mandar algunos ejemplares para mis alumnos, y también que me digas el costo de cada uno. Asimismo me gustaría que dieras una conferencia en la Universidad donde trabajo. espero tu respuesta, te dejo mi correo pc_israel@hotmail.com
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