lunes, 22 de marzo de 2010

¡ESTÁ CAI... BRÓN!

Sería conveniente comenzar a tomar en serio el cine de horror oriental, llámese Tokyo Shock o su símil chino. Resulta que esas historias que de pronto parecen tan, pero tan, jaladas, no lo son. Al menos, así lo indica la nota que apareció hoy en algunos periódicos. En el distrito Tiantai, al este de China, ocho niños que tenían el mismo apellido fallecieron en circunstancias propias de un filme de los hermanos Pang.

Las extrañas muertes comenzaron el 20 de febrero. Cinco niños, de entre siete y 13 años, de la misma familia murieron ahogados en una piscifactoría local. Los desafortunados chinitos compartían el apellido Cai; la policía, siempre positiva y bien pensada, cree que las muertes de estos fue fortuita (¡sic!).  

El 22 de febrero en un poblado diferente aparecieron ahogadas en un estanque dos niñas también apellidadas Cai, suceso que los responsables de la seguridad pública de igual manera consideraron fortuitas. Pero los agentes de la ley comenzaron a decir “ah, chingá, chingá” el dos de marzo, cuando encontraron a una niña de nombre Cai Shaohan ahorcada en una cabina telefónica, no se informó si grafiteada o no, con el meritito cordón del teléfono.

 El padre de esta última víctima apellidada Cai ha pedido mayor seriedad en las investigaciones policiales, ya que pese a que hasta el momento no hay razones para considerar que las muertes están relacionadas entre sí, además del apellido, cree que algo 'anormal' hay detrás de la coincidencia fatal. Una vez más, con perdón del cliché, la realidad se sobrepone a la ficción, así que prometo ya no burlarme de las premisas cinematográficas arroceras.