viernes, 5 de febrero de 2010

¡DIOS SALVE A LOS PAPARAZZI!

Lo confieso. La pleitesía que le rindo al cuerpo femenino me lleva a buscar beldades en cualquier revista que cae en mis manos, sean "del corazón" (propongo media hora de patadas en los tanates a quien acuñó tal adjetivo mamón), de espectáculos, deportes, modas, catálogos de lencería, de prendas en general para mujeres, etcétera. En una de ellas, cuyo nombre no menciono porque puede herir susceptibilidades, y que no es Sport Illustrated, encontré a Elsa Benítez, la top model mexicana de moda (y creo que la única de estas tierras fritangueras). En cuanto pude glogueé su nombre (propongo una hora de patadas directas al recto a quien revolucionó el lenguaje español con este verbo condechi), y aparecieron las imágenes que pueden ver al calce de este post. La existencia de los paparazzis me era indeferente hasta hoy que descubrí las fotos que alguno de ellos le tomó sin cáscara textil inmunda (léase ropa) a la sin par Elsita. ¡Oh, santo Niñito Doctor, qué clase de mujer!, ¡véanle sus cositas, por todas las almas en El Purgatorio, mi pulquería favorita! ¡Diosito nuestro de cada día, no desampares jamás a tus hijos los paparazzis y no dejes de producir para nosotros, pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte, ricuras como ésta!...





miércoles, 3 de febrero de 2010

JIMBO SIGUE GOBERNANDO


No cabe duda, el mejor disco de los Doors es L.A.Woman, material que el hijo de puta Paul Rotchild, productor de todas las placas del grupo, no quiso financiar. Afortundamente, los Doors le tenían mucha fe a las rolas y decidieron pagarlo ellos mismos. Hoy rumbo al trabajo lo escuché completito. La voz admonitoria y aguardentosa del gran Morrison (quien moriría sólo tres meses después de haber terminado el álbum), combinada con las ahora sí buenas e intensas ejecuciones de Manzarek, Krieger y Densmore, me hicieron vibrar cabrón. Programé más de una vez los cortes que me parecen más sobresalientes y siniestros del disco, es decir, "Been Down So long", "Cars Hiss by my Window" y, por supuesto, "Crawling King Snake". No sé ni madres de inglés, pero puedo intuir que las letras de Jimbo son de un realismo trágico implacable, desoladoras, poéticamente misteriosas e inquietantes; son la visión atroz de un profeta existencialista sobre la apocalíptica y sicalíptica Los Ángeles. La historia y evolución del rock no sería la misma sin una producción discográfica como L.A.Woman.