miércoles, 14 de abril de 2010

AMÉN NÚMERO DOS


El vino ha hecho más por acercar a los hombres a Dios que la teología. Hace tiempo que los borrachos tristes -¿y los hay que no lo sean?- han superado a los eremitas.
E. M. Cioran

lunes, 12 de abril de 2010

DE HECHICEROS Y SUPERCHERÍAS LITERARIAS

A propósito de que hace unos meses se subastó un ejemplar de la primera edición de Harry Potter y que dentro de poco aparecerá en el cine una nueva aventura potteriana, recuerdo que el primer minuto del sábado 21 de julio del año pasado se puso a la venta la supuesta última parte de la saga: Harry Potter and the Deathly Hallows, séptimo libro de J. K. Rowling (perdonen que no la nombre escritora). Se  anunciaron fiestas nocturnas en todas las librerías del mundo que distribuirían el libro (perdonen que no lo nombre novela) para celebrar el “memorable suceso editorial”. 

Doce millones de copias se tiraron para apaciguar el frenesí de los innumerables seguidores (perdonen que no los llame lectores) de la historia de ese maguito nerd inglés. Los encargados del marketing vislumbraban que sería el libro más rápidamente vendido desde Gutenberg hasta nuestros aciagos días. 

No es difícil creer que la señora Rowling supera en ventas anuales a su coterráneo, ¿todavía célebre?, Shakespeare y a Cervantes Saavedra juntos, por mencionar sólo dos casos de Alta Literatura (dixit Bloom). Incluso, se afirmó hace un tiempo que J.K. ha acumulado una riqueza mayor a la de la propia reina Chabela II, de Inglaterra. Sí, aunque usted no lo crea. 

Gracias al “memorable suceso editorial” es prudente recordar algo. Harold Bloom, a quien no resulta difícil suponer que la señora Rowling desconoce y, si fuera lo contrario, dudo mucho que le interesaría leerlo, mencionó en uno de sus últimos ensayos que los escritos (perdonen que no los considere obra) de personas como ella y Stephen King son el principio de la muerte irremediable de la literatura. 

¿Sería interesante saber qué opinan al respecto los aludidos? ¿Exagera el maestro Bloom? ¿Próximamente la Ibero, la Anáhuac, la Universidad del Nuevo Mundo (ja, ja, pinche nombre mielda) y el Tecnológico de Monterrey abrirán especializaciones hermenéuticas de posgrado entorno (así le pondrían) a J.K. Rowling y sus Harry Potter? ¿Alguien está interesado en que a la literatura no se la lleve la chingada? Welcome to the Jungle Reloaded!