viernes, 6 de agosto de 2010

LA SANGRE LLAMA

Desde hace tiempo me habían recomendado Hellsing. Ayer que pasé al Blockbuster de la esquina para aprovechar la oferta de “Todas las rentas a 10 pesito”, me encontré con el volumen uno y dos de la serie anime, así que la renté entusiasmado. La primera actividad de este fin de semana será agotarla. Sin duda, la hiperviolencia y lo gore de Hellsing promete. Veremos qué rock, dijo Homero (No el Simpson, sino el helénico; aclaro).

lunes, 2 de agosto de 2010

SI DE PÉRDIDAS HABLAMOS...

Cuando era niño, perdí a un perro; ‘alguien’ dejó la puerta abierta de nuestra casa y Dobbie se salió para nunca volver. Ignoro cuál fue su suerte. Aún lamento su pérdida. El fin de semana crucé por una especie de parque y me di cuenta de que un perrito andaba perdido, se salvó de que lo atropellaran y se internó en ese parquecito en el que yo esperaba el camión. Noté que traía un collar con una placa, seguramente con su nombre y teléfono de los dueños. Intenté agarrarlo para llamar a los responsables del animal, pero el perro era desconfiado y esquivo como el diablo. No lo conseguí, se me dio a la fuga con rapidez propia de un cuadrúpedo. Camino a casa me reproché no haber capturado al perrito para salvarlo de un casi seguro atropellamiento, pero por lo menos lo intenté. Me hubiera gustado llamar a sus dueños y esperarlos a que vinieran por él y ver el rostro de satisfacción y alegría del niño o niña a quien pertenecía el perrito. De esa manera, infiero, hubiera subsanado aunque fuera un poco el extravío aún doloroso de Dobbie y hubiera salvado una vida perruna. No fue posible. Dobbie sigue perdido, para mi pesar.