lunes, 8 de noviembre de 2010

ME GUSTAS POR GUARRA, AMOR


Juan Hernández Luna (México, DF, 1962) ha ganado en dos ocasiones el premio “Dashiell Hammett” a la mejor novela policiaca escrita en español (1997 y 2007). Me gustas por guarra, amor (Ediciones B) disiente de las historias de crimen propias del género negro que el autor suele trabajar, al parecer, con mayor asiduidad y solvencia. La soledad, la vida matrimonial, la mentira y la verdad ficcional, las relaciones de pareja, el amor y el sexo son el sedimento narrativo por el que discurren las tres historias que estructuran el libro.


Me gustas por guarra, amor parece distante de la obra que le ha valido a Juan Hernández el reconocimiento de un sector de la crítica literaria española. El cariz técnico y formal de las narraciones carece de proposiciones que satisfagan plenamente. La emotividad ficcional que por momentos resplandece en algunas páginas pronto se disgrega y pierde fuerza porque Luna, consciente o inconscientemente, excede el límite entre autor y narrador.


Los remanentes de la lectura, es decir, la escritura como ejercicio de autoanálisis y de explicarse la vida, la ficción como un subterfugio para evadir de cierta manera los sinsabores cotidianos, escribir para saciar deseos personales vedados o remotos, que escribir es descubrir, que entre mentira y verdad impera la literatura, entre otros, no sorprenden por su originalidad.


Tampoco existe determinación de parte de Juan Hernández por subvertir estos, podríamos decir, convencionalismos enmohecidos. Mencionar las consideraciones concluyentes a las que llega Luna sobre las relaciones de pareja, el amor y el sexo sería engorroso porque no se expone nada diferente de lo ya consabido.


“Me gustas por guarra, amor” es un excelente título para cuestiones mercadológicas, pero poco o nada hay en la historia homónima, última del libro, que lo justifique. ¿A quién que haya leído a Sade escandaliza que una mujer guste, como muleta sexual, ver cagar a su pareja o defecar encima de ella?


El título, sin duda, debe atrapar en las librerías a más de un despistado, pero no cumple con las expectativas de los lectores que sabemos que Juan Hernández Luna ha escrito cosas más estimables y valiosas, y que aseguramos será uno de los esperados autores revitalizantes del género negro en México.