viernes, 5 de febrero de 2010

¡DIOS SALVE A LOS PAPARAZZI!

Lo confieso. La pleitesía que le rindo al cuerpo femenino me lleva a buscar beldades en cualquier revista que cae en mis manos, sean "del corazón" (propongo media hora de patadas en los tanates a quien acuñó tal adjetivo mamón), de espectáculos, deportes, modas, catálogos de lencería, de prendas en general para mujeres, etcétera. En una de ellas, cuyo nombre no menciono porque puede herir susceptibilidades, y que no es Sport Illustrated, encontré a Elsa Benítez, la top model mexicana de moda (y creo que la única de estas tierras fritangueras). En cuanto pude glogueé su nombre (propongo una hora de patadas directas al recto a quien revolucionó el lenguaje español con este verbo condechi), y aparecieron las imágenes que pueden ver al calce de este post. La existencia de los paparazzis me era indeferente hasta hoy que descubrí las fotos que alguno de ellos le tomó sin cáscara textil inmunda (léase ropa) a la sin par Elsita. ¡Oh, santo Niñito Doctor, qué clase de mujer!, ¡véanle sus cositas, por todas las almas en El Purgatorio, mi pulquería favorita! ¡Diosito nuestro de cada día, no desampares jamás a tus hijos los paparazzis y no dejes de producir para nosotros, pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte, ricuras como ésta!...





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